Esta liga loca

logo small new La Liga de los Bancos es todo lo contrario a lo que representa un banco. Es insegura, imprevisible y trata a todos por igual. El ejemplo lo hemos tenido, una vez más, en esta octava jornada.

El sábado, el cuarto por la cola se enfrentaba al tercero. Real Madrid B y Ciudad de Murcía se veían las caras en Valdebebas y, aunque los murcianos comenzaron ganando, el filial madridista le remontó el partido en los últimos minutos al Ciudad y acabó imponiéndose por 2 a 1.

En el duelo canario, el Vecindario, pese a que iba último y que había ganado sólo un partido se impuso a la UD Las Palmas, aunque la verdad es que la situación de los amarillos no es precisamente buena.

El domingo el penúltimo se veía las caras con el líder. El Xerez visitaba al Elche, pero el líder no pudo hacerse con la victoria. De hecho, los franjiverdes se mostraron superiores, fueron por delante gran parte del partido y el Xerez sólo pudo empatar bien entrada la segunda mitad con un golazo de Luque.

También se veían las caras el cuarto con el sexto por la cola. De nuevo victoria para el de abajo. El Almería se impuso por 2 a 1 con goles de Acasiete y Uche, frente al gol de Líbero Parri.

Mirar la clasificación también nos da las pautas de una liga muy pareja. Tras ocho partidos, entre el primero y el último sólo hay once puntos. Por ejemplo, en Primera tras seis partidos ya hay quince puntos y en Segunda el año pasado eran catorce, y el año del último ascenso del Cádiz, trece.

Otro dato: sólo un equipo no está empatado con algún otro. Se trata del Lorca que tiene ocho puntos en la décimooctava posición. Las otras veintiuna escuadras están igualadas entre ellas, destacando el cuádruple empate a trece puntos entre Ciudad de Murcia, Albacete, Málaga y Tenerife y el otro cuádruple empate a once puntos entre Cádiz, Ponferradina, Valladolid y Poli Ejido.

Esto no ha hecho nada más que comenzar y parece que hasta el final todo va a ser muy duro. La igualdad va a ser la nota predominante y el ascenso (y el descenso) va a pelearse hasta la última semana.

(Artículo enviado por los compañeros de Cadistas Finos)