En el Elche se está viviendo una sensación amarga porque desde la presidencia del club se está mandando un mensaje que no le gusta mucho a la afición, entre otras cosas porque parece que la llegada de Ramírez a estos puestos ha removido el recuerdo de Pitterman.
Con la llegada de Ramírez, un empresario con mucho dinero, se acabaron los problemas económicos del equipo ilicitano, pero parece que han llegado otros más importantes, porque la disciplina que quiere guardar dentro de la plantilla está ocasionando que el nombre de Pitterman resuene entre la afición.
Este verano hizo una pequeña limpieza, gente como Amaya se le pagó los años que le restaban y le dieron la carta de libertad, también en navidades mandó cedido a gente como Rafa Gómez o Javi Lara a distintos equipos, y ahora a Jandro y a Perera, estos últimos han resonado mucho más, entre otras cosas porque Ramirez criticó al primero por su falta de profesional y al segundo por defender al primero.
El problema de Ramírez ha estado ahora, porque no contento con la limpieza ha prohibido a los jugadores hablar con los medios de comunicación, por miedo a que se vuelvan a filtrar cosas y la plantilla se destabilice, creo que es algo exagerado y más cuando la conexión entre equipo y afición estaba en un punto casi perfecto, veremos si no acaban en Elche lamentándose de la llegada de un nuevo Pitterman.