Gonzalo Arconada ha tenido que salir por la puerta de atrás del Tenerife, y es que el técnico ha visto como su vida ha cambiado en dos meses, el tiempo que ha durado su aventura en el club isleño. El problema está que el ex-entrenador insular cree que Toño Hernández, segundo entrenador y ex-jugador del equipo, le ha puesto la cama en los despachos, además de sabotear su trabajo.
Después de cinco derrotas, cuatro de ellas en liga, y ocupar el último puesto de la liga, el club decidió destituir a Arconada de su puesto, pero parece ser que Toño ayudó para que la decisión fuera más rápida. Además, el ex-capitán del Tenerife ayudó a boicotear el trabajo de Arconada, supongo que no llevaría a los jugadores sus indicaciones, o lo hacía mal a cosa hecho.
Por suerte para los jugadores esta vez no se han llevado la culpa, ya que normalmente se dice que ellos son los que no han querido jugar y han tirado al entrenador, pero en esta ocasión Toño hizo el trabajo sucio para desgracia de Arconada.