Tal y como pasara la semana pasada con el delantero holandés del Gimnástic Berry Powel, el Cartagena ha anunciado en las últimas horas la rescisión de contrato del atacante Iván Bolado, aunque en este caso el acuerdo se produce de forma bilateral, según ha comunicado la propia institución albinegra a través de su sitio oficial.
La cuestión es que Iván Bolado, uno de los refuerzos que la entidad había adquirido a principios de esta temporada, procedente del Racing de Santander, no terminó nunca de hacerse un hueco en el equipo titular del Cartagena, y al no convencer a su entrenador, manifestó puertas adentro del club que creía que la mejor solución era marcharse antes del final de la temporada.
Incluso, uno de los detonantes de esta situación se produjo durante el pasado mes de enero cuando Bolado, aún sin contar con el correspondiente permiso del Cartagena para marcharse, acudió a la Copa Africana de Naciones, para poder representar a su país, Guinea Ecuatorial.
Aquella salida forzada incomodó muchísimo a los directivos del equipo, que desde su vuelta se habían puesto en contacto con él para buscar una solución que deje conformes a todas las partes, y parece que la han encontrado hace un par de días aún cuando el jugador no quería marcharse.
La cuestión es que el delantero, que jugara anteriormente en el Racing B, en el Racing de Santander, y el Elche, aceptó resignar el dinero que le correspondía al contrato que mantenía en vigencia, a cambio de que el club le otorgara la carta de libertad para poder negociar particularmente con los equipos interesados en sus servicios.
De hecho, los últimos rumores hablan de que Bolado ya tendría todo acordado con el CSKA Sofia de Bulgaria, considerando que el mercado de fichajes en ese país, al igual que en Rusia, finaliza en las primeras horas del mes de marzo.