Suena paradójico que en el momento en el que se decidió aplazar la finalización del encuentro suspendido entre el Cartagena y el Celta de Vigo, de forma definitiva, para el próximo 8 de mayo, el Valladolid se quejase por cuanto medio pudiera de que se trataba de una maniobra que beneficiaba los intereses del conjunto vigués, cuando, a estas alturas del partido, la realidad es que el tercero en la clasificación podría finalizar el choque con hasta ocho bajas de su plantilla.
El hecho es que si bien en ese momento tanto el Valladolid como el Celta se encontraban luchando palmo a palmo por el segundo puesto en la clasificación, es decir, la segunda instancia de ascenso directo a la Liga BBVA, desde entonces los pucelanos han sacado una buena ventaja al conjunto de Balaídos, y no serán alcanzados por el Celta aunque finalmente logre hacerse con el compromiso que se mantiene igualado 1 a 1.
Todo esto a raíz de las últimas informaciones surgidas en el entorno del propio Celta, las cuales sostienen que Mario Bermejo se sometió este lunes a una ecografía para conocer el alcance de la lesión en el muslo derecho que se produjo el pasado sábado y que motivó su temprana salida del terreno de juego.
Una vez con los resultados en la mano, todo hace indicar que no podrá recuperarse, y por ende será la séptima baja para enfrentarse el martes de la próxima semana al Cartagena, a raíz de una una microrrotura en el bíceps femoral del muslo derecho, según confirmó el doctor García Cota.
Pero además, para completar este panorama negro que parece esperar al Celta en su salida del próximo miércoles, debemos decir que Paco Herrera no podrá contar con Álex López y Orellana, que el 7 de abril cumplían sanción. Y tampoco podrá disponer de Iago Aspas, que fue sustituido en el descanso por Joan Tomás. A esto se suman además las lesiones que tienen Jonathan Vila, David Rodríguez y Borja Oubiña, quienes también se perdieron el choque contra el Barcelona B y tampoco podrán estar en Sabadell esta próxima jornada.