Muchas veces los entrenadores quieren que los porteros jueguen con los pies, desean que sean el primer jugador para sacar el balón, el problema está cuando ellos no se acuerdan que son «porteros», que un fallo suyo es gol casi seguro, y que no pueden entretenerse y mucho menos intentar regatear cuando viene un delantero corriendo.
Esa lección se le olvidó al portero de la Real Sociedad Bravo, porque quiso lucirse delante de su afición e intentó regatear a Trejo, no contento con perder el balón que hizo un penalti inútil, dejando a su equipo con un jugador menos en el minuto 10 de partido.
Aquí os dejo las imágenes del fallo de Bravo ante el Elche, que sirvió para que Jorge Molina marcara el undécimo gol.