Al final en el Heliodoro Rodríguez López no hubo fiesta de ascenso, pero la afición tinerfeña lo celebró como si lo fuera, puesto que aplaudieron hasta reventar a sus jugadores, que fueron heroes durante setenta minutos, que fue el tiempo que los de Oltra jugaron con uno menos por la expulsión de Ricardo, el cuál hizo una entrada durísima en el centro del campo cuando no había peligro ninguno.
Alfaro y Nino fueron los delanteros letales, ganaron la partido a Bermejo y Momo, el segundo no estuvo muy acertado y fue sustituido a falta de un cuarto de hora, aunque el que sobresalió por encima de todos fue el meta Sergio Aragoneses, que volvió a recordar el que fue en Getafe, sino me equivoco ese año también subió con el equipo azulón antes de marcharse al Atlético de Madrid, y es que el guardameta detuvo todo lo que se acercó a su portería.
Ahora ambos equipo se han quedado a un punto del ascenso, por lo que es una quimera que no suban, e incluso la fiesta fue completa al anotar un nuevo gol Nino, el de la tranquilidad, que le coloca nuevamente como pichichi en solitario de la segunda división.