Fin de plazo… ¿para qué?

tiempoSomos un país acostumbrado a realizar las gestiones a última hora, ya sea presentar la declaración a Hacienda o comprar los regalos de Navidad, aunque luego nos quejemos de colas y tumultos. El fútbol tampoco podía quedar al margen y faltan unas pocas horas para que finalice el plazo de contrataciones por lo que muchos clubes andan afanándose en cerrar fichajes, cesiones y descartes. Quizá en algunos casos sea una táctica para abaratar costes o acabar de convencer al jugador que, ante la evidencia del paro, cede un poco en sus pretensiones. También es posible que, al final, no sea más que una forma de completar la plantilla por si acaso hay una «perla» escondida por ahí.

En sí misma, la existencia de un plazo conlleva ansiedad y por ello, errores. Muchos de los traspasos que llegan cerca de la medianoche, no cuajan o son más caros de lo que parecía visto su rendimiento. Y siempre está la «patata caliente» de los descartes, que acabarán en los tribunales si no tienen ficha. Y además, es un lío para los aficionados que apenas conocen a los que llegan ni por cuánto.

Habría que plantearse si esto de los plazos sirve para algo o es simple burocracia, una forma absurda de poner trabas. Y el secretario técnico del Castellón pensando que el mercado de fichajes se cerraba el 5 de septiembre…