El capítulo de incógnitas sobre el rendimiento de los jugadores cae especialmente cada año sobre los hombros de los delanteros, cuyos fallos, junto con los de los porteros, son los que más se quedan en la retina de los aficionados. Tal vez sea una injusticia, pero así es. Hoy hablaremos de dos que responden a este perfil, Ekpoki y Tote.
Esta semana se conocía el fichaje del corpulento nigeriano por el Vecindario. Con 24 años, Ekpoki disfrutó de los últimos minutos de muchos encuentros en la pasada temporada con el ascendido Nástic, donde estaba a la sombra de Diego Torres, Pinilla y Bolo. Y no deja de ser extraño que el delantero, aunque sea suplente, de un recién ascendido a Primera fiche por un recién ascendido a Segunda, o el Vecindario ha puesto mucho dinero sobre la mesa o el delantero aún no está muy cotizado en la categoría. Sinceramente, parece más lo segundo que lo primero. Y ahora el joven Ekpoki tiene una oportunidad de oro para demostrar que es algo más que un delantero fuerte y rápido para desgastar a defensas que ya acumulan ochenta minutos de cansancio. ¿Es Ekpoki un delantero titular de Segunda?
La eterna promesa
El caso de Tote en el Hércules es muy diferente. Convertido en una eterna promesa y correcaminos del fútbol español (Real Madrid, Valladolid, Betis, Málaga y una aventura portuguesa en el Benfica en la temporada 1999-2000), es más recordado por sus ramonas que por su rendimiento global. Es la guinda que Subirats ha puesto para aderezar el ambicioso proyecto alicantino, en el que por cierto ya parecía estar bastante bien cubierta la delantera: Xisco Nadal (Villarreal), Calandria (Sporting), Sendoa (Alicante) y Moisés. El año pasado defraudó en el Valladolid, ¿será suficiente la calidad de Tote para hacerse un hueco en la delantera del Hércules?