Como ya adelantó nuestro amigo cityground, el equipo de sus amores cambia de entrenador a falta de once jornadas, y es que Badiola quiere dar un golpe de efecto a una plantilla que ha acumulado tres partidos seguidos perdiendo, y a estas alturas es una losa muy complicada de superer, a pesar de eso sigue muy cerca del tercer puesto.
Eizmendi ha dejado su cargo para que Juanma Lillo se convierta en el entrenador salvador del equipo, y que enderezca un rumbo que parecía enderezado cuando se fue el entrenador galés Coleman.
Así que dentro de unas jornadas veremos si Lillo es el entrenador que necesitaba o simplemente se ha equivocado.