En el día de ayer me senté para ver la Real Sociedad de segunda, todavía no había visto ningún partido de este equipo, pero tampoco elegí un gran día, porque sin quitar méritos al equipo del galés, creo que el equipo ilicitano fue un «maría» y un perfecto rival para conseguir la primera victoria en casa.
El equipo donostiarra salió al campo a por todos y antes de que se cumplieran los cinco minutos, el meta visitante Caballero, el mejor de su equipo, ya había sacado un balón muy peligroso de Aranburu, pero no era el único, porque una y otra vez los balones llegaban al área ilicitana, mientras que Amaya y Trotta tan solo podía esperar que el aluvión se pasara, pero no había ningún jugador que llevase la manija del partido en el medio del campo, tan solo a la media hora de partido el uruguayo Coelho apareció, pero el Elche no conseguía crear peligro, tan solo en una cesión de Labaka que pilló descolocado a Riesgo, pero el balón por suerte para el jugador no fue a los tres palos, después del susto Díaz de Cerio pudo adelantar a su equipo al filo del descanso, pero otra vez la manopla del portero argentino impidió que se adelantaran.
En el segundo tiempo la suerte le dio la espalda al Elche, porque en las primeras jugadas de la reanudación y después de un córner, Xabi Prieto chutó mal, pero después de rebotar en dos defensas el balón hizo una vaselina a Caballero y se coló sin poder hacer nada, a partir de ese momento el acercamiento fue peor, y lo raro que solo Gerardo pudiera anotar de penalti, así que todo parecía más que sentenciado y a la contra podía redondear la victoria, pero un gol postrero de Miguel hizo que la duda estuviera en la grada, incluso el meta argentino subió a rematar un balón, que Trotta no supo definir delante de Riesgo, al final primera victoria en casa y todos contentos… exceptos David Vidal.
