En los últimos años, y desde que falleciera su madre, es común ver a Nacho Novo festejando de cara al tatuaje que se ha realizado de ella, algo que, no obstante, y más allá de lo emotivo del gesto, no le valió para dejar de ser expulsado luego de anotar el gol que a la postre significaría el triunfo del pasado fin de semana del Huesca ante el Guadalajara, por 2 a 1, en buena medida gracias a esta diana del atacante.
La cuestión del caso, es que en medio de la locura vivida por futbolistas y aficionados del Huesca con el gol del triunfo, pocos repararon en que el colegiado Mariscal Sánchez, tras el chivatazo del cuarto árbitro, le mostró la cartulina roja a Novo, aunque eso no es lo más curioso del caso, sino que el motivo resumido en el acta habla un poco más del desconocimiento de los jueces de este encuentro.
Según se recoge en el acta informacional del encuentro, Nacho Novo fue borrado del terreno de juego por “realizar varios cortes de mangas al público situado en la grada de detrás de los banquillos, en la celebración de un gol”, algo que verdaderamente no puede más que causar gracia, si tenemos en cuenta que el atacante sólo se señalaba el tatuaje de su madre fallecida hace algún tiempo, como de hecho suele hacer.
“Es una situación absurda causada por un gesto que siempre hago. Llevó ahí tatuado el nombre de mi madre, que falleció hace años. Siempre he sido respetuoso con la afición. Nunca he tenido problemas y habrá que presentar imágenes para que vean mis celebraciones -cuando jugaba en Escocia con el Rangers- para ver si se puede rectificar”, ha explicado el delantero en las últimas horas, aún sorprendido, y más luego de afirmar que en ese mismo momento de la expulsión intentó convencer al colegiado, sin éxito, de sus motivos.
