Una vez que el Nástic se encuentra prácticamente descendido a la segunda B del fútbol español, el propio conjunto de Tarragona ha anunciado, mediante un comunicado oficial emitido en las últimas horas, el haber llegado a un acuerdo con el futbolista de origen andaluz Arzú, para la rescisión del contrato que los unía, y que de esta forma ambas partes no finalicen unidas la actual temporada en curso, que igualmente ya está por acabar.
Entre todos los motivos que terminaron derivando en esta situación, se deben mencionar especialmente dos. El primero, que el propio futbolista había mostrado un creciente interés por marcharse del Nástic antes del final de la campaña; y por otro, que de esta forma el club se estará ahorrando su sueldo hasta el momento en el que terminaba el vínculo contractual del defensa, es decir, el 30 de junio.
“En cuanto a Arzú no tenemos ninguna queja. Siempre ha trabajado en los entrenamientos y su comportamiento en el vestuario ha sido ejemplar. Lo principal es que las dos partes salgan beneficiadas”, ha explicado a la prensa Jesús Mari Serrano, segundo entrenador del Nástic, sobre la decisión que al fin y al cabo, ha sido tomada por todas las partes.
Hay que destacar al mismo tiempo que esta última baja de Arzú se suma a las acontecidas anteriormente, sobre todo en los casos de Powel, quien igualmente abandonó el club a la fuerza, por motivos disciplinarios, y Hugo Bargas, que lo hizo por bajo rendimiento; e incluso no se descartan más salidas antes de la finalización de esta misma temporada.
Es que al mismo tiempo, el Gimnástic recibió un nuevo golpe este fin de semana, cuando el Recreativo de Huelva le empató un partido que tenía ganado hasta el minuto 92, dejando la salvación a nada más ni nada menos que 10 puntos. Sin embargo, su objetivo es ser el menos malo de los que desciendan, esperando un descenso administrativo o la pérdida de categoría del Villarreal, lo que comportaría que bajara su filial, el Villarreal B.
