El partido entre el Cartagena y el Hércules se esperaba distinto, porque se pensaba que estos dos equipos iban a salir al ataque, a buscar la portería rival para marcar goles y llevarse los tres puntos, pero el respeto y el miedo a perder ha dejado un encuentro algo «insulso» y a un Cartagena muy tocado, porque pierde el golaverage con el conjunto alicantino.
En el primer tiempo se vio a un Hércules más lanzado al ataque, de hecho tuvieron la primera oportunidad, pero el afan de marcar del rumano Danciulescu impidió que el balón llegara a Portillo, también los herculanos reclamaron un penalti de Rubén a Tote, cuando éste se encontraba sin oposición para marcar, el problema que los hombres de Esteban Vigo se diluyeron y comenzaron a aparecer los locales, guiados por la velocidad de Lafuente, pero sin excesivo peligro.
La gran oportunidad del partido llegó en el segundo tiempo, cuando De Lucas sacó una falta y Falcón pudo rematar de cabeza, el balón pegó en el larguero ante el asombro de los aficionados que llenaron el estadio, después el Hércules se echó hacía atrás, conocedor que el empate no era malo, y el Cartagena intentó marcar, pero sin ninguna fortuna.