Es un asunto que toca de refilón a la competición liguera, puesto que se aplica en torneos por eliminatorias, pero algunas opiniones sobre estos temas hablan de cuestiones interesantes para el fútbol en sí. Joseph Blatter, el presidente de la FIFA, reaviva el debate sobre la resolución de los campeonatos a base de tandas de penaltis.
Aduce el mandatario, quizá con ganas de ganarse algo de su sueldo, que es algo «trágico» que el campeón se decida de esta manera. Sus soluciones son repetir el partido, «cosa imposible» añade (?), o reducir el número de jugadores en la prórroga y reinstaurar el «exitoso» gol de oro. ¿Y si aún así hay empate?.
No creo ser el único al que le parece bien, o menos malo, que existan las tandas de penaltis. Son emocionantes, ponen a prueba los nervios de todos de tal forma que los más fríos y que más confían en su técnica salen vencedores y es tan justa como cualquier otra solución. Además el azar cuenta igual que a la hora de lanzar una falta, por ejemplo, cosa que no sucedería si se lanza una moneda al aire y saber ejecutar las faltas máximas forma parte del conjunto del fútbol. Y que más vale lo malo conocido…
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