El equipo manchego está en una grave crisis, tanto económica como deportiva, ya que el conjunto no consigue ganar ningún partido y encima es colista, además de demostrar una debilidad defensiva muy excesiva, y por supuesto en ataque es muy blando, ya que no consigue llegar a puerta, y eso lo demuestra que tan solo han marcado tres goles en siete partido.
Quique Hernández llegó al banquillo este verano con una difícil papeleta, ya que el equipo no podía fichar a ningún jugador y encima sus estrellas se han ido, como en el caso de Parri que se fue al Cádiz después de haber disputado una jornada de liga, por lo que no han podido encontrar un sustituto.
Esta semana el Albacete tiene una difícil semana porque tienen que disputar dos partidos, uno de copa ante el Xerez y otro ante el Celta, y en esos dos partidos se jugará la cabeza Quique Hernández, y es que pienso que una razón para no destituirle precisamente son estos dos partidos, porque tendrían que encontrar un entrenador que le venga un peso encima, así que veremos si el lunes que viene hablamos de ratificar, que vive una semana tranquila o que le destituyen.