Una de las consecuencias de la igualdad desaforada de Segunda División es que no hay lugar para el error o las dudas porque pueden cambiar tus objetivos en un abrir y cerrar de ojos. Aunque esto también es motivo para la esperanza de aquellos que aún no han logrado hacer los deberes mínimos, o sea, alejarse de la zona de descenso. El único equipo que navega con cierta calma en la procelosas aguas de la categoría es el Valladolid que tiene 6 puntos de renta antes de perder posiciones de privilegio. Por abajo, el tiempo se le acaba al Vecindario que necesita remontar más de tres partidos para salir del pequeño infierno en el que está metido.
El resto de conjuntos no tiene aún los papeles definidos y los hay que progresan adecuadamente, como el Cádiz o el Sporting que asaltó la difícil cancha salmantina, mientras otros sufren el primer bajón, no sabemos si planificado o no, de la temporada, caso de Murcia como el más llamativo o incluso el Xerez que cuando parece a punto de dar un puñetazo en la mesa se queda sin embargo a medio camino. Y claramente cotiza en picado el Lorca que me temo no acabará de caer en una crisis.
A falta de cuatro jornadas para cerrar la primera vuelta todavía queda mucho por ver pero hay algunas tendencias que de tanto repetirse acabarán siendo costumbre. Para bien o para mal.
