Vecindario y Málaga han optado por dos filosofías radicalmente distintas a la hora de elegir a los entrenadores que debían sustituir a Pacuco Rosales y Marcos Alonso respectivamente. En el primer caso se ha buscado la veteranía de los que están curtidos en mil batallas, los que saben más que el diablo y cuya capacidad de psicólogos en el vestuario se ha forjado a base de temporadas de experiencia, que no de éxitos.
El elegido bajo este perfil por los grancanarios ha sido Fernando Castro Santos, el técnico de Pontevedra que se hizo un nombre en el fútbol español tras dirigir a aquella espectacular SD Compostela que a mediados de los noventa subió de Tercera División a la Liga de las Estrellas (todos recordamos ese gol de Ronaldo en el campo del Compos).
De los compostelanos pasó al Celta de Vigo, con el que consiguió la permanencia. Tuvo una aventura portuguesa en el Sporting de Braga (1997-1998), con el que disputó la UEFA, y se ha recorrido gran parte de la geografía española, pasando por los banquillos de Sevilla, Poli Ejido, Tenerife, Almería y Córdoba. El míster gallego sabe que se enfrenta a un reto más que complicado, por lo que ya ha avisado de que «esto no va a cambiar de un día para otro».
En el otro lado de la balanza y abanderando una apuesta totalmente diferente (la de técnicos «JASP»), se encuentra la opción elegida por el Málaga: el ex jugador de Sporting de Gijón, Rayo Vallecano y Numancia, Juan Ramón López Muñiz, conocido futbolísticamente como «Muñiz» y cuya trayectoria como entrenador apenas está comenzando en el fútbol profesional. Para quienes le perdieron la vista tras abandonar la práctica del fútbol podría pensarse que se trata de un encargo de demasiado calibre para el jóven técnico, pero Muñiz ya sabe lo que es dirigir proyectos importantes y además vuelve a una casa que no le es ajena.
Estuvo como segundo del Málaga en la 2003-2004 a la sombra de Juande Ramos, y en la actualidad dirigía al Marbella en Segunda B, equipo que deja clasificado entre las cuatro primeras plazas que dan opción a jugar la fase de ascenso.
¿Qué apuesta conseguirá su objetivo? ¿El veterano o el JASP?
