Víctor Fernández tiene una fé ciega en su equipo, porque él apostó muy fuerte hace dos semanas cuando parecía que todo estaba perdido, cuando el Betis pinchó en las islas y cuando el Cartagena y Levante se iban a siete puntos en la clasificación, y ahora él ha salido para decir que las bajas que tienen son importantes, pero no serán un problema para conseguir la victoria en Huesca, ante un equipo que se juega la vida y ya amargó al Elche o al Hércules.
El Betis se ha encontrado las malas noticias de la lesión de Sergio García, que está en el último tramo de su recuperación, pero parece que no quiere forzar, y de Emaná, el ganés se ha ido con su selección para disputar el mundial, dos bajar muy importantes y en ataque, donde se marcan las diferencias, pero el entrenador confía que Jonathan Pereira vuelva a ver puerta, el pequeño delantero lleva varias semanas gafado entre los tres palos y que Pavone sea el jugador revulsivo, de momento confía en e´le y lo está metiendo muchos minutos.
Estas palabras son las que ha dicho Víctor Fernández en la rueda de prensa de hoy.
El vestuario es como una familia, está muy unido y eso es lo que nos ha sostenido en los momentos complicados que hemos pasado