Antonio Tapia no se podía pensar que en tan solo dos meses de competición el vestuario se le iba a escapar, se le iba a «revolucionar» y por supuesto, los resultados no eran los esperados.
El técnico del Betis llegó con mucha ilusión y ganas de conseguir el objetivo del ascenso, fue capaz de abandonar un club que rozó la UEFA como el Málaga para irse a otro como el Betis, que parecía tranquilo hasta esta semana, ya que comenzó la temporada de forma impresionante goleando y jugando bien, pero la actitud de los jugadores ha cambiado y eso no se puede permitir.
Ahora Antonio Tapia quiere cambiar el rumbo y que no se le escape el vestuario, aunque eso no sé si es demasiado tarde, por eso encerró a toda su plantilla y le echó una charla, la verdad que no sé si servirá de mucho esas palabras, pero lo que está claro que el técnico está comprometido con el proyecto de Lopera..