No quiero ser pesado en estos temas, y más cuando son del Elche, pero parece ser que la culpa de la destitución de Claudio Barragán no han sido los malos resultados, el año pasado echaron a Vidal con un partido más y dos puntos menos, así que menos que dejarlo en el banquillo hasta después de este fin de seman ante el Recreativo de Huelva, pero el presidente Ramírez no quería que estuviera mucho tiempo sentado como míster del equipo ilicitano.
La relación presidente y jugador comenzó a empeorarse durante este verano, Claudio barrragán quería tener la posesión y decisión sobre los fichajes de la plantilla, quería hacer un bloque a su gusto y medida, pero la lllegada de Javi Lara, que nadie sabía que iba a ser fichado fue el punto de inflexión en la relación, puesto que el entrenador se llegó a ir de una rueda de prensa, sino me equivoco, con la llegada de este jugador.
Hay que decir que Javi Lara no es nada malo, pero lo que no quería Claudio eran imposiciones de jugadores, y por eso comenzó a tener problemas con el presidente, además los cambios de los once titulares, ha llegado hacer hasta siete cambios no han gustado nada, por lo que Ramírez estaba esperando un fallo, que vino contra el Hércules al caer 3-0 en un derbi, para ponerle en la calle, precisamente Pepe Bordalás, el nuevo técnico, ha seguido todos los partidos del Elche desde la grada, ¿coincidencia? No lo creo.