Revolución sobre renovación, el equipo herculino lleva camino de establecer una marca tras consumar el fichaje de Farinós. Y es que van 36 jugadores fichados en un año natural abarcando, eso sí, dos temporadas. Tras ascender a 2ª ya se produjo una importante entrada de efectivos cuyos resultados no fueron los esperados llegando a coquetear con los puestos de abajo de la clasificación. Para la nueva campaña, el director técnico Javier Subirats ha vuelto a romper la baraja incorporando tal cantidad de jugadores que el técnico, José Bordalás, tendrá variedad y calidad de sobra. La cuestión ahora es saber si estamos ante un proyecto a consolidar, cosa rara en los tiempos que corren, o el nivel de exigencia se sitúa en lo máximo con todas sus consecuencias. Hasta ahora la tendencia era la inversa a la lógica de que si algo va mal es más fácil echar a uno, el míster, que a toda la plantilla. Si el cuerpo técnico más la directiva no tienen claros sus propósitos y comunican éstos de manera conveniente y convincente a la afición, a poco que se tuerzan los resultados quizá ya no sea posible volver a revolucionarse.
