Es muy normal ver como un jugador que lesiona a otro va a verlo al hospital, pero eso aunque pase 10000 veces sigue siendo un detallazo, porque se demuestra que el jugador está afectado, como ha sido el caso de Zigor, que se dirigió al hospital de San Sebastián para ver el estado de Iñaki Díaz de Cerio, pero no fue solo, puesto que tres compañeros más del Eibar quisieron dar apoyo al donostiarra, Ander Alaña, Jon Urzelai y el míster Carlos Pouso.
Zigor no tenía la conciencia tranquila, sabía que había sido una jugada de mala suerte y que no fue a eso, y a pesar que lo llamó por teléfono, quiso verlo en la clínica para volverle a pedir perdón y darle su apoyo.
Seguro que a Zigor tampoco se le olvida esta jugada, puesto que aseguró que se oyeron los huesos romperses, un sonido que tendrá mucho tiempo en su cabeza.
