Tal y como está la tabla, la regularidad se premiará con su peso en oro. Principalmente para los diez primeros, ya que sólo les separan cinco puntos de diferencia (Xerez líder con 16 y Castellón décimo con 11 puntos). El Ciudad de Quique Pina y Oltra (y Luque) empieza a tomar la velocidad de crucero con la que acabó el pasado año y llega hasta la tercera posición (2-0 -y dos golazos- al Málaga).
Sigue un quinteto de pequeños rezagados que están a tiempo para engancharse al tren de los puestos nobles: Numancia, Ponferradina, Valladolid, Cádiz y Poli Ejido, todos con diez puntos. Pero a partir de ahí, empieza ya un furgón de cola donde hará falta algo más que regularidad si se quiere salir.
El Lorca truncó las buenas sensaciones tras haber derrotado al Xerez perdiendo ante el Valladolid (1-0). Le siguen con un punto menos Almería, Las Palmas y Castilla. En el encuentro entre estos dos últimos se impusieron los grancanarios por 2-1, con lo que los amarillos respiran un poco y el efecto Juanito comienza a dar sus resultados.
La tragicomedia empieza en este punto (nos permitimos sacar de ahí al Castilla de Míchel por su condición de filial, ya que se «supone» que el objetivo es formar chavales), donde los vecinos Hércules y Elche se cogen de la mano, pero no como hacen Murcia y Ciudad, en segunda y tercera plaza, sino para acompañar a un Vecindario que está confirmando las previsiones de su modestia. Pero lo de ilicitanos y herculanos no era en absoluto previsible. Bordalás le dio vida a Oli a costa de seguir poniendo en peligro la suya (0-1), mientras que Luis García jura y perjura que los regalitos que hace su Elche no se van a repetir.
La tabla sigue estando apretada pero sobre todo en la parte de arriba, ya que por abajo se empieza a romper el grupo, con la sorpresa de que se quedan algunos que no se imaginaban tan abajo de inicio (Almería, Hércules, Elche). Todavía queda mucho, pero es una mala frase si siempre la pronuncian los mismos equipos.