La gran sorpresa de la jornada sucedió en el partido que enfrentaba al Numancia con el Granada74, y es que nadie podía presagiar que el encuentro iba a ser tan sorprendente, sobretodo por el resultado, pero el equipo de Tapia salió al campo con unas consignas muy claras, y era defender fuerte y mandar balones a Aranda, para que él solo se peleara con toda la defensa rival, y a pesar que no llegó a anotar ningún gol, fue la estrella del partido.
Los aficionados se quedaron callados a los pocos minutos de partido, y es que Aranda recibió el balón, controló, levantó la cabeza y puso un pase perfecto a Luque, que se metió entre los dos defensas y batió por bajo a Jacobo, colocando el primer gol en el marcador, y demostrando que el equipo granaíno quería algo más del punto del empate, aunque a partir de ese momento se echaron hacía atrás.
Los jugadores del Numancia no tenía su tarde, porque solo creaban peligro a balón parado y desplazamientos largos que colgaban una y otra vez al área buscando a Brit o a Bolo, aunque en un saque de esquina fue Del Pino quien tuvo en su cabeza el empate, pero no llegó a entrar entre los tres palos.
En el segundo tiempo las cosas no cambiaron, aunque Arconada no le gustó el juego directo que estaba haciendo el equipo aprovechando los remates de Bolo, y por eso lo sacó y entró Quero, pero aun así el equipo no llegaba a crear oportunidades fuera de balón parado, de echo Julio Álvarez tuvo un lanzamiento de falta que Jaime pudo evitar el empate.
Las ilusiones de empate estaban intactas hasta que Luque puso un balón de oro para que Juanlu estableciera el definitivo dos a cero a falta de diez minutos para el final del encuentro.