El Nástic vuelve a mirar a los puestos de ascenso, ahora está a solo seis puntos, tras conseguir una victoria muy importante ante el Eibar, algo que tiene esta categoría, puesto que si pierdes un partido te hundes y te obligan a mirar hacía abajo y si ganas creces y miras hacía arriba, lo que está claro que el entrenador armero se ha quedado muy tocado después de esta derrota.
Los dos goles llegaron en el primer tiempo con un Campano estelar, ya que en el primero le puso un centro perfecto para que Mairata consiguiera abrir el marcador, y en el segundo hizo su especialidad, que no es otra que los lanzamientos a balón parado, ya que el balón entró por la escuadra sin que Zigor pudiera hacer nada.
No fue un gran partido el que se vio en el Nou Estadi, pero el morbo de ver a José Mari vestido con la camiseta del equipo de Tarragona era mucha, así que en el minuto 66, con la salida de Moises llegó el gran momento que todo el mundo esperaba, el ver al sevillano en el campo, aunque como yo pensaba, pasó desapercibido, tan solo una ocasión desde el punto de penalti que Zigor detuvo, entre otras cosas el encuentro ya estaba visto para sentencia.