El Numancia fue al coliseo malagueño con ganas de hacer algo grande, querían dar un golpe de autoridad, porque se enfrentaba al líder de la categoría siendo ellos segundo y encima el Málaga venía de un mal partido en el Carlos Belmonte.
Muñiz y los suyos confiaban en seguir con la racha que llevaban en la Rosaleda, puesto que todos los partidos que había jugado allí los había contado con victoria, aunque en el día de hoy todo eso ha cambiado, puesto que ha perdido el primer partido en casa y encima ha perdido el liderato, por lo que ha sido una mala jornada para el equipo blanquiazul, aunque lo que importa es que tiene un colchón de seis puntos con respecto al quinto clasificado.
El Málaga salió al campo con ganas de presionar y tener el balón en sus pies, no quería verse sorprendindo en los primeros minutos de partido, y en los primeros minutos lo consiguió, con la presión arriba el balón era para el conjunto local, pero esta superioridad no se veía en el marcador, porque Baha no supo aprovechar supo acertar en las dos oportunidades que tuvo, y eso que estrenaba nuevo compañero en ataque, pero Apoño tampoco tuvo su día y ambos se quedaron sin marcar.
El heroe del equipo numantino, fue su portero Jacobo, que no paraba de parar los envites de sus rivales, que poco a poco iban desesperándose, y no era para menos, pero la desesperación definitiva llegó cuando Julio Alvarez enganchó un cabezazo desde dentro del área y se coló en la portería de Goitia, después de tocar el larguero, en ese momento Muñiz quiso que su equipo reaccionara, para eso metió a Sandro y Salva, mientrsa que Arconada pedía a los suyos que aguantaran la posición para no recibir ningún gol, y este último salió ganando porque a pesar que el Málaga intentaba una y otra vez empatar el partido ninguno pudo batir al portero visitante, y al final el resultado fue un apretado 0-1.
