A comienzos de temporada si llegó hacer una porra con que equipos no van a luchar por descender a falta de ocho jornadas, seguro que más de uno hubiera puesto al Celta de Vigo y al Cádiz, porque los primeros se habían reforzado medianamente bien y los segundos después de la experiencia del descenso hace dos años, no pensaba que iban a estar tan abajo.
El Celta de Vigo ha demostrado que su gran problema está en los partidos de casa y las malas rachas, y todo porque arriba no tienen un killer que consiga romper los partidos, además algunos jugadores parecen que le falta chispa, y por supuesto, por no hablar de las broncas que hay entre ellos, porque eso no crea compañerismo, una de las cualidades principales para conseguir los objetivos. Eusebio Sacristán parece que castigará al meta Yoel por el incidente con Trashorras en la ciudad deportiva del Villareal B y pondrá a Falcón.
Por otra parte las cuentas de Víctor Espárrago salen puntuando en Balaídos, porque si quieren salir de los puestos de descenso tienen que puntuar en campos como el del Celta de Vigo, porque su guerra está ahí, y no pueden permitir que se escapen más, para ello tendrán que esperar que Ogbeche vuelva a la racha de goles de la primera vuelta, porque desde su lesión no es el mismo.