No suelo tirar de colores, aunque algunas veces se me note, pero hoy me apetece contar lo vivido ayer, porque nunca había visto el estadio martínez Valero lleno hasta la bandera de camisetas franjiverdes, porque nunca había visto a la afición animar hasta el minuto 93 con un jugador menos y el equipo perdiendo, y la verdad que por primera vez me sentí orgulloso.
La derrota del Villareal B es un mínimo traspiés, entre otras cosas porque hablo en nombre de los 8.000 abonados que vamos partido tras partido, esto que estamos viviendo es un auténtico regalo, es un medio sueño, porque en la jornada siete de liga ibamos últimos y con tan solo un punto en el casillero, por eso creo que todo el mundo que ha ido al campo esta temporada está contento y orgulloso de los jugadores que se dejan la piel domingo tras domingo, algo que no se había visto en mucho tiempo.
Los comentarios que se oian ayer en el campo eran decepcionantes, en muchos casos pedían que Wakaso diera un pase largo, algo que no ha hecho durante toda la temporada, que Samuel fuera el sustituto de Piqué sacando el balón o que Martí Crespí, un central reconvertido a lateral derecho, fuera el mejor centrador, por supuesto de la frase de «la cagan al final como siempre» o «ya no subimos», sinceramente en muchos aspectos me cabreaban porque ahora quieren que tengamos un superequipo, cuando el objetivo de toda la temporada es la permanencia y lo que estamos viviendo ahora, es un aúténtico regalo.
Pd Parte de los 8.000 comentaban cosas del Villareal B, que las primas, que adultera la competición, etc…, esto lo comentaré a lo largo de la semana.
Pd2. Lástima que se tenga un estadio tan grande y no acompañe la afición en todos los partidos de liga, solo cuando las cosas van bien.