De los cuatro ocupantes de la zona de descenso, sólo queda un equipo que aún no ha destituido a su entrenador como revulsivo para intentar salir del pozo. En Las Palmas Aguiar fue sustituido por el director técnico Juanito, del Hércules tuvo que salir Bordalás para que llegara Uribe, mientras que el último en sumarse a la lista ha sido Pacuco Rosales, el hombre que escribió algunas de las páginas más doradas de la Unión Deportiva y que ahora, pese a haber subido a sus vecinos del Vecindario a una categoría increíble para ellos, debe marcharse por haber ganado sólo dos partidos hasta el momento.
Lo curioso, y sorprendente en este caso, es que el equipo que aún no ha cesado a su míster estando en descenso es el Elche, que ha ganado incluso menos partidos que el Vecindario: sólo uno (frente al Sporting en casa, 1-0). Siempre se dice que los equipos históricos son los que menos paciencia tienen en estas situaciones, pero la directiva que preside por primera vez José Sepulcre está dando una lección de confianza… al menos hasta el domingo, donde el encuentro ante el Lorca se presenta como una de las últimas oportunidades, si no la última, para el técnico franjiverde Luis García (Casuco -ex de Almería- y Abel Resino -ex del Ciudad- ya suenan).
Si es un acierto por parte de la directiva ilicitana o sólo la agónica prolongación de un final ya anunciado, lo veremos en un par de jornadas. Tal vez en menos.
