La Real Sociedad no es noticia por la victoria conseguida contra el líder de la Segunda división, el Salamanca, tampoco porque esté a tres puntos de los puestos de ascenso, sino por todo lo que está pasando en la presidencia, ya que el fin de semana comenzaba con Iñaki Badiola como presidente del club donostiarra y acabó con Jokin Aperribay en el cargo.
Iñaki Badiola tan solo ha estado un año como presidente de la Real Sociedad, en este tiempo no ha podido cumplir sus promesas, unas porque no dependía de él, como es el caso de que su equipo consiguiera el ascenso, y otras algo que si que lo dijo, como es el caso del fichaje o cesión del serbio Nikola Zigic, aunque dejando a un lado el tema deportivo, también dijo que iba a limpiar toda la basura que había pasado por ese cargo, además intentaba sacar beneficiado del mercado de Japón, que es donde él se desempeña bien.
El problema está en que si limpia la basura, y saca a relucir todos los nombres que podían haberse aprovechado de ser presidente de la Real Sociedad podía tener mucha gente en contra, ya que hay alguien que ha «chupado» de las arcas, y por eso quizás la Kutxa y otras entidades le habían quitado el apoyo, además los grandes accionistas del club, que tan solo tienen un 30% han sido los que han conseguido echar a Badiola.
Sinceramente no estoy ni a favor ni en contra de Badiola, pero está claro que algo huele mal, y más cuando el equipo está en los puestos de arriba, pero el fallo es el 50% de las personas que tienen derecho a voto y no fueron a votar, y el otro es que al ex-presidente se le relaciona con los aficionados radicales, y eso empaña su imagen.
