El mayor perjudicado de todas las escuchas telefónicas es el Levante, aunque ya no me referiero a la institución, sino a la afición, y es que son los principales dagnificados de estas sospechas de compra de partidos, porque como dice mucha gente, «los jugadores están de paso, pero la afición siempre está ahí«.
Durante el encuentro que fui a ver oí varias frases muy curiosas, pero al mismo tiempo me dejaban algo indignado, entre otras cosas algunos de los lectores de Fútbol De Segunda son aficionados o simpatizantes de este club, por lo que me puse en su piel, y creo que nadie merece esos comentarios, y más cuando ellos no podían hacer nada por evitarlo.
Las frases que oí fueron:
«¡Mira!, gol del Albacete, ya se han vendido, ¿cuánto le habrán dado los manchegos por dejarse ganar?»
«¡Ostias!, ¡Han remontado!, eso es que en el descanso han recibido una llamada de algún equipo de arriba y le han dado más dinero»!
Sinceramente en estos momentos solo me puedo solidarizar con los aficionados granotas, porque lo están pasando realmente mal al ver que no tenían un presidente, sino un sinvergüenza que solo quería el beneficio propio, dándole igual la honestidad del club, y de los jugadores no quiero hablar, porque cada uno con su conciencia, ya que la mía está muy limpia.