Sin menospreciar a otros conjuntos, lo cierto es que en los partidos de ida de la fase de ascenso a Segunda se dieron resultados propicios para que conjuntos históricos del fútbol español vuelvan a la categoría de plata (algunos después de muchos años sin estar en ella).
La Unión Deportiva Las Palmas consiguió un meritorio empate a dos en casa del Linares (equipo de Catanha y Dani Bouzas). Volvió a marcar Nauzet (en la foto) para los amarillos y ahora los grancanarios contarán con el apoyo en su estadio de 30.000 aficionados para luchar por un ascenso que conseguirán incluso con cualquier empate a menos de dos goles.
Y otra histórica «UD», el Salamanca, arrancó un valioso empate a cero ante el filial sevillista en el Sánchez Pizjuán (ante casi 25.000 espectadores). Los salmantinos, comandados por el incombustible Quique Martín y con una gran actuación del guardameta Felip, podrán decidir en casa ante un peligroso filial al que, no olvidemos, cualquier empate que no sea a cero le daría el ascenso por el valor doble de los goles. Por cierto, el centrocampista sevillista Bruno, en caso de que no suba el Sevilla B, estaría muy cerca de fichar por el Elche.
Por su parte el Alicante merece un comentario especial. El conjunto dirigido por Felipe Miñambres arrancó un milagroso empate a uno en casa de la Ponferradina (igualó Marcos Estruch de cabeza en el tiempo de descuento). Al jugar ahora en casa serían claros favoritos (y lo son), pero la entidad que preside Antonio Solana parece gozar del desgraciado «privilegio» de convertir en equipo revelación a todo aquel que se cruza en su lucha por el ascenso. En su primera tentativa fue echado de la liguilla de ascenso por un, en aquel entonces, modesto Getafe; el año pasado fue eliminado por un humilde Lorca; y ahora todos rezan en Alicante para que la Ponferradina no se convierta en otro equipo revelación que se cuela en Segunda a costa de ellos.
Nos quedaba una eliminatoria y ahí es donde parece estar ese equipo revelación: el Vecindario de Pacuco Rosales. Eliminó al temido Cartagena (con lo que los murcianos revivieron la «noche negra» de Córdoba) en la primera eliminatoria y en esta ida de la segunda vencieron en casa claramente al Levante B por 2-0. Pero cuidado con el filial granota porque es un filial totalmente atípico y confeccionado no para formar jugadores, sino para subir a Segunda (como lo oyen). Hecho a base de talonario, prácticamente sin jugadores de la casa e incluso con alguno de más de 25 años que ya ha jugado en Primera División (Limones), este «filial» es perfectamente capaz de darle la vuelta a ese 2-0. Aunque este Vecindario tiene toda la pinta de ser la revelación de este año en las eliminatorias de ascenso a Segunda…
