Pasito a paso

2ª Parece que llevamos más campeonato del que realmente ha transcurrido y la generalización del nerviosismo en algunos equipos destinados a altas cotas se conjuga con las llamadas a la prudencia de otros que no quieren desatar la euforia antes de tiempo. El fútbol concita las pasiones y los aficionados nos contagiamos de los vaivenes del marcador cambiando nuestros estados de ánimo según cómo sople el viento del marcador. Ya ha caído el primer entrenador y otros dos o tres tienen sobre sí la responsabilidad de salvar su puesto en pocas jornadas.

Quizá sea el momento de echar un poco de agua fría y analizar con números la situación en la tabla, por si hay que unir la preocupación matemática a los nervios emocionales. Mirando hacia abajo, el corte de la salvación está en los 50 puntos según todas las opiniones, aunque en la temporada 2001-02 no le sirvieron al Levante para salvarse, pero es buena referencia y ello significa que hay que conseguir una media de 1,2 puntos por jornada lo que nos sitúa, a estas alturas, en que con 7 puntos se cumple con la media pero muy por los pelos. Por debajo de estos límites están Hércules, Elche, Las Palmas y Vecindario pero hasta el Valladolid, 14º con 7 puntos, estarían rozando el peligro.

Respecto al deseado ascenso, la frontera de los 75 puntos se antoja prudente vista la historia liguera ya que el Huelva ascendió con 69 en la 2001-02 y el Albacete con 71 en la 2002-03, pero luego Numancia (03-04), Alavés (04-05) y Levante (05-06) necesitaron 76 puntos en los dos primeros casos y 73 en el tercero para lograr el objetivo por sólo referirnos a las temporadas más cercanas.

Con estas cifras se necesitan 1,8 puntos por jornada lo que nos da 11 puntos como ideal en la actualidad. Cumplen cinco equipos con estos parámetros, del Salamanca (5º) al Xerez líder junto al Murcia (13 puntos). Tampoco es que anden demasiado sobrados de puntos por lo que debe imperar la objetividad frente al cualquier otro sentimiento.

Otra cosa son las diferentes dinámicas de los equipos y que la tendencia de resultados vaya en uno u otro sentido lo que puede obligar a tomar decisiones a corto plazo. Mientras tanto, meditemos con pausa y poco a poco.