Ya sea por innovación o a través de la imitación, lo cierto es que la necesidad, cuando aprieta, también despierta el ingenio incluido el mundo del fútbol, que no anda falto de necesidades precisamente. Se empezó por las camisetas, alguno ha seguido por los estadios y aunque nunca se han desdeñado las fórmulas globales sí faltaba este último impulso. Copiando fórmulas parecidas que ya son costumbre en otras ligas europeas aparte de típicas de otros deportes (baloncesto o balonmano), la Segunda División española pasará a tener un patrocinador único que dará nombre a la categoría. El acuerdo alcanzado ayer entre la Liga de Fútbol Profesional y la entidad bancaria BBVA tendrá una vigencia de tres temporadas e incluirá proyectos comunes de comunicación e imagen.
Este pionero acto supone, en todo caso, una inyección económica casi imprescindible y que bien utilizada puede paliar futuros problemas. Asimismo, se abre una nueva vía que ayude a proyectar la que es segunda división de la que dicen es la liga más potente del planeta.