Esta semana en las ciudades de Huesca y Zaragoza tienen un ambiente de amistad y concordia, y es que ambas aficiones se han hermandado desde el primer momento atendiendo a lo que es el fútbol y su filosofía, ya que dejando de lados a radicales y ultras, el deporte es para unir a la gente y hacer amigos, y uno de los mejores ejemplos es los actos realizados por oscenses y maños.
Será bonito ver como las gradas de La Romadera se visten de dos colores distintos, además en el campo se puede ver un enfrentamiento muy bueno entre Roberto y Rubén Castro por parte de los visitantes, y Oliveira, que al final no sé si juega o no, y Ewerthon, ya que son de las dos parejas más letales de la categoría de plata.
Hasta 4.000 aficionados se han desplazado a la Romadera para ver el encuentro, supongo que esta mañana más de una peña habrá hecho una comidad de hermandad, y es que 58 años después se volverá a ver un derbi aragonés, y aunque sea en la división de plata todo el mundo tenía ganas de ver este encuentro.