Después del fallido intento por parte del Elche de fichar a Enrique Martín (Osasuna pidió dinero a cambio de dejar marchar al técnico del Promesas), el conjunto ilicitano se decidió por otro que sabe más por viejo que por diablo: David Vidal. El gallego de Cádiz no puso ningún reparo a ocupar el banquillo franjiverde, de hecho se desplazó desde la localidad gaditana para dirigir ayer su primer entrenamiento y estar hoy en Castalia.
De este modo, Vidal completa su «trilogía» levantina particular, ya que después de haber estado entre otros muchos banquillos en los de Real Murcia (a quien subió a Primera) y Hércules, llega al del Elche. Las televisiones vuelven a estar de enhorabuena porque el showman de los banquillos vuelve, cargado de moral y con mucho tiempo por delante, más de una vuelta, mucho más del que por ejemplo le dieron en Lleida, última experiencia y al que no pudo salvar del descenso. De su primera rueda de prensa escogemos algunas de las mejores perlas:
[a los jugadores] les he visto un poco faltos de detalles. No le dan importancia a saber defender en las bandas o jugar un partido de 40 minutos en espacios reducidos y no hacer un gol.
[lo normal] es encontrarse a una plantilla muerta pero aquí es todo lo contrario. El equipo está vivo.
Si jugamos bien, los jugadores me quieren más a mí, yo los quiero más, les diré que si siguen mis directrices se darán cuenta de que les gusta mi forma de juego.
David Vidal es todo un personaje. Todavía no ha debutado (lo hará esta tarde en Castellón) y ayer ya se estaba «vendiendo» para seguir en el club la próxima temporada, recordando que viene al Elche en una situación idéntica a la que protagonizó con el Murcia, donde con una base a la que salvó del descenso, subió a Primera a la siguiente temporada. «Tiempo al tiempo…» dirá el presidente Sepulcre, ahora la permanencia y luego ya veremos…