El partido entre el Elche y el Cartagena hubieron dos jugadores que fueron claves para sus equipos, porque si tengo que destacar a un jugador por cada equipo me quedo con el argentino Acciari y el catalán Quique De Lucas, uno fue la cara del encuentro y otro la cruz, también puede ser porque uno supo llevar mejor al árbitro, ya que ambos se merecieron estar en la calle, pero solo uno de ellos se fue antes de tiempo.
El argentino buscó al mejor jugador del Cartagena, hasta que fue expulsado, y es que Acciari primer le calentó con un par de patadas y un agarrón que le costó la tarjeta amarilla, en ese momento Quique De Lucas se levantó con un gesto muy feo y cabreado pidiendo la amarilla, ahí el árbitro se la tenía que haber enseñado, quizás se hubiera calmado más, ya que a los pocos minutos, en una jugada tonta dentro del área, el argenitno tocó a su rival dentro del área y éste reaccionó de un modo feo, hasta el punto que agredió a Acciari.
El árbitro sacó la roja directa a De Lucas, mientras que parecía que iba a sacar la segunda a Acciari, pero el argentino en acto de picardía se mantenía en el suelo, quejándose del golpe, incluso salió fuera del campo y el árbitro no se la enseñó, así que pudo continuar en el campo y cumplió el objetivo de sacar de quicio a Quique de Lucas, eso sí, el árbitro no vio o no quiso ver una agresión clarísima del centrocampista dentro del área, que podía haber sido penalti y expulsión, por una vez, las pillerías de Acciari, que en esta ocasión estuvo fuera de lo legal, le salió bien.
