Cuando las tarjetas cuestan dinero

rojaLos jugadores tienen que quitarse un vicio que llevan arrastrando desde que son pequeños, porque en más de una ocasión están acostumbrados a protestar a los árbitros, ya sea por reclamar una falta a favor o en contra, y al final acaban poniendo de los nervios a los árbitros que enseñan las tarjetas.

Por eso, los clubs tienen que ponen sanciones a los jugadores que vean tarjetas amarillas tontas por protestar, porque son innecesarias, entre otras cosas porque un árbitro no va a cambiar de opinión después de haber pitado.

Hace unos años, el Elche de Luis García Plaza comenzó sancionando a los jugadores por las tarjetas tontas, sino recuerdo mal no duró muchas jornadas, entre otras cosas el entrenador fue destituido a las primeras de cambio. Ahora es el Córdoba de Paco Jémez quien va a poner sanciones económicas a los jugadores que vean tarjetas tontas, sobre todo por protestar a los árbitros, y es que el equipo andaluz no quiere quedarse con un jugador menos en un encuentro por culpa de una protesta tonta.