Las aficiones somos muchas veces muy «asquerosas», porque nos podemos llegar a cebar contra un jugador sin pensar en nada, solo insultarle, cagarnos en más de una cosa y demás improperios que se nos pase por la cabeza, pero hay veces que los jugadores tampoco tienen mucha delicadeza.
En los partidos de vuelta de los play-off, hemos visto dos gestos muy feos a la afición rival por parte de dos jugadores, ya que Iago Aspas mandó callar a la grada después de conseguir marcar su penalti, y es que Los Carmenes la tomó con el jugador durante todo el encuentro por lo sucedido en el encuentro de ida con el pisotón a Roberto, al final el celtiña vio la roja y encima su equipo no se clasificó. El otro gesto feo, estuvo por parte de Óscar, el centrocampista del Valladolid, que celebró el gol mirando a la afición rival y gritando, aunque éste se libró de la tarjeta porque el árbitro no quiso.
La verdad, pienso que no son necesarios estos gestos a las aficiones rivales, entre otras cosas muchas veces te salen rana, a pesar que puedo llegar a entender que estás en tensión y hasta las narices de lo que están diciéndote.