El Elche se aferra a la vuelta de Rubén Suárez

ruben En el Martínez Valero no andan sobrados de buenas noticias. En cualquier caso y pese a la última decepción frente al Lorca, este domingo los aficionados ilicitanos tuvieron un buen motivo para brindar la ovación de la tarde: Rubén Suárez volvía a los terrenos de juego después de seis meses de lesión.

Al final no sirvió para nada (0-2), sin embargo pese a estar lógicamente falto de ritmo, el mediapunta asturiano volvió a demostrar en los minutos finales que sigue marcando diferencias con su zurda. Sin duda el recién ratificado técnico Luis García necesita revulsivos como éste para sacar del fango a un gigante que parece haber hincado las dos rodillas en tierras movedizas.

Eterna promesa con los franjiverdes, a los que llegó desde el Sporting etiquetado como jugador «revulsivo» sólo para segundas partes, la falta de regularidad de Rubén siempre ha sido el motivo por el que nunca ha terminado de ser uno de los jugadores más importantes de la categoría. Calidad no le falta. No en vano, el pequeño delantero fue campeón del mundo sub-20 en Nigeria, en 1999, con compañeros como Aranzubia, Xavi, Colsa o Marchena, entre otros.

En la situación en la que se encuentra el equipo, no es extraño que los aficionados ilicitanos piensen que necesitan un salvador, pero a pesar de todo lo que pueda aportar el hijo del internacional sportinguista Cundi, poco podrá hacer sin la ayuda de los Gastón Casas, Katxorro, Manolo Pérez y compañía.