El Castellón de Abel está sorprendiendo a todo el mundo, porque después de la marcha de Pepe Murcia al Celta parecía que el equipo orellut no iba a encontrar el camino que le hizo soñar el año pasado con una remontada histórica, pero lejos de eso el ex-portero del Atlético de Madrid ha conseguido compactar el equipo y situarlo en una posición privilegiada, y podría haber sido mejor si no tuvieran tan mala puntería desde el punto de penalti, ya que se ha convertido en el punto débil de este equipo.
Cuando se señala un penalti a favor todos los jugadores levantan las manos, lo celebran como si fuera un gol, pero hay veces que eso no es así, porque una vez que el árbitro señala el punto que separa el balón de la portería once metros, hay que transformarlo, y eso precisamente es lo que no ha hecho Mario Rosas en dos ocasiones esta temporada, porque el pichichi del equipo, y el que fuera de la división de plata las primeras semanas, ha errado dos penas máximas.
Mario Rosas tiene en su espalda la responsabilidad de lanzar los penaltis, y parece que le está pesando, ya que solo ha marcado tres de los cinco que ha tenido, además el gran problema de esto es los puntos que se ha dejado por no marcarlo, ya que lo falló ante Las Palmas, que acabó el resultado empate a uno y después ante el Xerez, que también acabó en empate.
Así que Abel Resinos tendrá que pensar en cambiar de lanzador o que el centrocampista malagueño practique más y afine la puntería, porque con esos cuatro puntos que se ha dejado en el camino estaría más arriba todavía.