Andan un poco quejosos en Almería por el número de expulsiones que llevan a cuestas a estas alturas de temporada, 6 de jugadores y tres de técnicos, aparte de los tres penaltis en contra, alguno propio de ExpedienteX. Procuran los de Emery hacer autocrítica lo que sin duda les ayudará a evitar estas situaciones.
Es, no obstante, un asunto importante ya que demasiados equipos acaban cada jornada con menos jugadores en el campo lo que suele reportar peores resultados a la larga, salvo milagro como el sucedido en la reciente remontada del equipo iliictano en el Las Palmas-Elche (2-2). Los tiempos han cambiado desde que Helenio Herrera dijera aquello de que se juega mejor con diez, aquél era un fútbol más lento y menos físico. Sin embargo, un equipo que se muestra demasiado blando puede sufrir en muchos partidos que se disputan más en el terreno táctico que en el técnico.
Una medida de la incidencia que las cuestiones disciplinarias tienen en el juego sería comparar la clasificación en la tabla con la del juego limpio que hace la R.F.E.F. Este particular ránking está encabezado por la Ponferradina (9 puntos) que es séptima a tres puntos del ascenso, seguida del Albacete (2º en la liga), Alavés (6º) y Las Palmas (21º). Ocupan los últimos lugares el Elche C.F. (17º), Castellón (18º) y Almería (44 puntos por amonestaciones y que ocupa el puesto 20º del campeonato).
Para que esta comparación fuera, quizá, una buena piedra de toque habría que descontar las amonestaciones que reciben los entrenadores ya que su influencia en el césped es menor que el castigo que conllevan. No obstante ya veremos, con la perspectiva que dará tener más partidos a las espaldas de todos, si hay correspondencia entre ambas clasificaciones. Y si es verdad que el juego limpio tiene algún premio más que el meramente simbólico.
