Aunque nadie lo hubiera pensado a mediados de esta temporada, el Villarreal se encuentra muy cerca de conseguir su objetivo de regresar a la máxima división del fútbol español sólo un año luego de haber descendido, tras su muy buena victoria de este fin de semana en condición de visitante frente a un Barcelona B que muy poco pudo hacer ante la prepotencia deportiva de un club que evidentemente es de Primera.
De hecho, a día de hoy el Villarreal se encuentra en la segunda plaza de la clasificación, con 74 unidades e igualado con el Almería, aunque serían los castellonenses los que estarían quedándose con el ascenso, y es por eso que una igualdad en la última jornada le ofrecería la oportunidad de no depender de ningún otro resultado, aunque está claro que no será sencillo pues enfrente estará el propio Almería, con lo que se trata de una final en toda regla.
En cualquier caso, la expectativa en la plantilla del submarino amarillo es absoluta, y Cani, uno de los grandes referentes del vestuario, ha señalado que “no queda nada, pero queda todo. Estamos contentos, pero también muy responsabilizados porque queda lo más importante”, en referencia al choque del próximo sábado en El Madrigal con los dos equipos que mejor nivel han mostrado en la temporada, siempre por detrás del Elche, claro está.
“Una de las clave ha sido la ayuda de la grada. Lo de nuestros aficionados es de diez y nos da mucha confianza. Tenemos esa baza a favor de la grada y hace que en momentos complicados, las cosas sean más fáciles”, remarcó posteriormente el centrocampista, en refrencia a la espectacular cantidad de fanáticos del Villarreal que se desplazaron a Barcelona este último fin de semana, llenando las gradas del Mini Estadi de un amarillo furioso.
