Parece mentira que tenga que ser así, pero el fútbol va mucho más rápido en Segunda que en Primera, por lo menos en lo que a exigencias se refiere. Y claro, las exigencias llevan al nerviosismo cuando no se cumplen los objetivos. Sólo hemos tenido que esperar a la sexta jornada para ver que Pepe Bordalás va a Almería con la vista al frente pero mirando de vez en cuando hacia atrás, no vaya a ser que le estén buscando ya recambio en Alicante.
En Elche no hay urgencias… si se gana al Ciudad de Murcia este domingo. Los ilicitanos están ilusionados con la remontada épica que protagonizaron en tierras canarias (2-2 con uno menos todo el encuentro) pero no quieren convertirse en inquilinos habituales de la zona baja de la tabla. Luis García confía en la escalada y su rival en el banquillo, precisamente ex jugador franjiverde, José Luis Oltra, empieza a no tenerlas todas consigo después de un prometedor comienzo pero dos últimos partidos pobres de juego, que le han llevado a obtener un punto de seis posibles (derrota en Lorca y empate en casa contra la Ponferradina).
En cualquier caso nada que ver con la tensa calma que se vive en el seno y la afición de Las Palmas. El empate en casa contra el Elche después de ir ganando 2-0 y con uno más, ha dejado muy tocado al entorno, que pide una reacción. Lo malo es que esa reacción debería llegar hoy nada menos que en La Rosaleda, ante un Málaga que dio una exhibición de contundencia en El Molinón hace una semana (1-3). Aguiar debería sacar algo positivo de Málaga si no quiere tener una semana movidita.
Y además, Castellón o Lorca podrían ser colistas si pierden sus compromisos, que son nada menos que ante Cádiz y Xerez respectivamente. Qué gusto da tener los deberes hechos.