Jesús Perera no está teniendo mucha suerte este año, por muchas razones no está teniendo los minutos que se esperaba cuando fichó por el Elche, aunque mejor dicho es cuando convenció al Rayo Vallecano que le cediera al conjunto ilicitano, puesto que al principio de temporada estaba algo fuera de forma y cuando consiguió ganarse la confianza del técnico, Claudio Barragán, éste fue destituido, por lo que comenzaba de 0 y tenía enfrente un míster que conocía a la perfección a Jorge Molina, y encima el delantero le ha devuelto la confianza con goles, por lo que no ha tenido oportunidades suficientes.
A pesar de eso está presente en todas las convocatorias, pero este fin de semana quería demostrar algo más, quería conseguir entrar en el campo, quizás recibir la ovación de un público como el del Celta de Vigo, conjunto que estuvo varios años, unos con más suerte que otros, pero por lo menos marcar en Balaídos, pero todo esto se fue al traste con una apendicitis.
En el hotel Jesús Perera sintió unos fuertes doloros en el estómago, alertando a los médicos del conjunto ilicitano, que rápidamente lo traslaron al hospital, ahí se le detectó un apendicitis aguda y le tuvieron que extirpárselo, por lo que no pudo estar en el banquillo, tampoco saltar al campo y ahora se tendrá que tirar unos días en reposo para recuperarse.
Supongo que para Reyes Magos y Navidad, Jesús Perera pedirá algo más de suerte y minutos.