El fútbol es muchas veces cruel, y en ocasiones un jugador tiene que vivir el lado bueno y malo del mismo, y en esta ocasión le ha tocado al centrocampista del Celta de Vigo, Michu vivir este trago tan amargo.
Michu se convirtió en la estrella del partido de ida entre el Celta de Vigo y el Granada, porque entró en el segundo tiempo y marcó el único gol del encuentro, pero la historia la guardó un lugar muy triste, porque lanzó el penalti que iba a darle el paso a la siguiente ronda.
El centrocampista se acercó al punto de penalti con la convicción de marcar, pero su balón se fue a las nubes y Michu pasó de convertirse en heroe a villano, su penalti se fue arriba, no encontró portería, a pesar que el guardameta Roberto estaba en el suelo. Por desgracia para Michu, en el siguiente lanzamiento su compañero Catalá no consiguió transformar su penalti.